la jovencita se rie del novio que casi lo hace venir con tremenda mamada

La jovencita, con una sonrisa traviesa y ojos llenos de picardía, se arrodilla frente a su novio, lista para darle una mamada que él no olvidará. Con confianza, toma su miembro erecto en su mano y comienza a moverla lentamente, observando cómo su novio cierra los ojos y deja escapar un gemido de placer. Se inclina hacia adelante y, con su lengua, traza círculos suaves alrededor de la cabeza de su pene, provocando escalofríos en todo su cuerpo. «Así, así me gusta,» murmura él, su voz entrecortada por el deseo. Ella, disfrutando del control, acelera el ritmo, tomando más de su longitud en su boca, sus labios y lengua trabajando en sincronía para llevarlo al borde del éxtasis. Su novio, con las manos enredadas en su cabello, guía sus movimientos, empujando sus caderas hacia adelante para profundizar la experiencia. «Cuidado, nena, que me vas a hacer venir,» le advierte, su voz tensa por el esfuerzo de contenerse. Ella, con una risita traviesa, se retira ligeramente, mirándolo con una sonrisa pícara. «Aún no, mi amor, quiero que dures más,» dice, su voz suave pero firme. Él, con una sonrisa de alivio y deseo, asiente, sabiendo que ella tiene el control. La jovencita continúa su tortura deliciosa, llevándolo una y otra vez al borde del clímax, solo para retirarse y reírse suavemente de su expresión de éxtasis y frustración. «Eres mala,» le dice él, entre risas y gemidos, sabiendo que está en buenas manos y disfrutando cada segundo de su juego erótico.