cogiendo una jovencita flaquita que le encanta chupar polla

La jovencita flaquita, con una sonrisa pícara y ojos brillantes, se arrodilló frente a su novio, su cuerpo delgado y tentador. «Me encanta chupar polla,» susurró, su voz cargada de deseo, mientras sus manos exploraban su erección. Con una habilidad que hablaba de experiencia, tomó su miembro en la boca, sus labios moviéndose con una precisión que lo hizo gemir. Sus dedos, al mismo tiempo, acariciaban sus muslos, explorando cada rincón de su cuerpo. Él, rendido al placer, movió sus caderas al ritmo de sus movimientos, sus gemidos llenando la habitación. Con una mano, ella guió su miembro hacia su sexo, completamente mojado y listo para él. Se posicionó a horcajadas sobre él, deslizándose lentamente, sintiendo cada centímetro de su dureza dentro de ella. Sus cuerpos se movieron al unísono, buscando el éxtasis, hasta que ella, con un último gemido, alcanzó un orgasmo explosivo, su cuerpo temblando de placer, completamente satisfecha.